Darío Dávila Andrade, reportero y consultor independiente. Ha dirigido y entrenado equipos de periodistas en Sinaloa, Tamaulipas, Coahuila y Veracruz. Sus investigaciones han sido publicadas en Clases de Periodismo, Revista Sole, Emeequis, Metro, El Universal, Crónica, Reporte Índigo, Vanguardia, Noroeste y El Mundo. Ha sido editor de la Red de Periodistas Internacionales (www.ijnet.org) Es profesor instructor del Centro de Formación en Periodismo Digital de la Universidad de Guadalajara y del curso "Cobertura Segura: Guías para el Periodismo en Zonas de Riesgo". Bajo el auspicio del International Center for Journalists (ICFJ).
Realizado por: Felicia Tavárez Suárez
La entrevista se realizó en el marco del trabajo académico entregado al Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH) sobre la libertad de expresión/prensa en América Latina y República Dominicana 2011-2012. Investigación dedicada al periodista dominicano Orlando Martínez...
La situación de riesgo de la libertad de prensa en América Latina ha sido un tema de constante debate, sin embargo, las propuestas y los mecanismos tanto judiciales como gubernamentales no ha podido frenar la violencia contra los periodistas. La organización Reporteros Sin Fronteras en su último informe: “2011, un año nefasto para la prensa” establece que: “ En Honduras, Perú, México y Colombia se producen denuncia de persecuciones sistemáticas contra los medios de comunicación” México ocupa un lugar preocupante ya que según el informe: “ha sido el país más peligroso para la prensa en el continente americano en 2011. En México los asesinatos de periodistas se produjeron "en el trágico contexto de la ofensiva federal contra el narcotráfico, que ha dejado 50.000 muertos en cinco años".[1]
En los últimos meses Ecuador ha sido uno de los países de América Latina con alarmantes signos de represión contra la prensa, con el descreidito hacia los periodistas y procesos judiciales imponiendo condenas desproporcionadas. Ante ese escenario hay sectores que han querido legitimar las acciones llevadas a cabo por las autoridades, estableciendo que la libertad de prensa requiere de límites y que los periodistas necesitan enlazarse a una investigación rigurosa antes de publicar informaciones que podrían ser catalogadas como “injurias”.
Las reacciones de los organismos internacionales de Derechos Humanos ha sido contundente y la Corte Interamericana a través de sus sentencias ha establecido que: “Los funcionarios públicos tienen un nivel diferente de protección de su reputación o su honra frente a las demás personas, y correlativamente deben tener un mayor nivel de tolerancia ante la crítica” [2]
La autocensura y la intimidación provocada por los cárteles de drogas es otro de los ingredientes nefasto para la labor de la prensa en América Latina, pero principalmente para la prensa Mexicana. Los periodistas Mexicanos han tenido que crear mecanismos que les permita contar estas y otras historias ante circunstancias cada día más hostiles.
Reporteros con un alto nivel de experiencia para cubrir noticias en situaciones de alto riesgo han diseñado un curso sobre: Cobertura Segura: Guías para el Ejercicio Periodístico en situaciones de Alto riesgo, con el apoyo del Centro de Periodismo Digital (CPD), el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ), la Universidad de Guadalajara y la Embajada de Estados Unidos en México. Los expertos durante el curso proporcionan pautas y recomendaciones transcendentales para una cobertura segura.
Respecto a la ética y la solidaridad dentro del gremio periodístico, los expertos han destacado varios puntos que algunos periodistas olvidan durante el ejercicio de la profesión:
“Hay que seguir nuestra ética personal; ser honesto y buen ser humano, mantener un nivel de vida sencilla y no fanfarrones, respetar la ley, ser coherentes y no ser ostentosos ¿Por qué? por congruencia. En el caso de las amenazas si un colega es amenazado, todos son amenazados. “No hay diferencias entre reporteros por nivel de riesgo. Todo reportero debe conocer de protocolos de seguridad”, dijeron.”[3]
Para hablar de estos temas conversamos con Darío Dávila, reportero y consultor independiente, profesor instructor del Centro de Formación en Periodismo Digital de la Universidad de Guadalajara y del curso Cobertura Segura: Guías para el Periodismo en Zonas de Riesgo.
1-La situación de la libertad de prensa en América Latina es preocupante. Un informe realizado por la Organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) titulado: "2011, un año nefasto para la prensa" indica que Honduras, México, Chile y Colombia son los países donde se registran persecuciones y amenazas graves hacia los periodistas ¿Cuáles aspectos son claves para que estos países puedan implementar un protocolo de protección para periodistas?
El mejor protocolo tiene que salir de los propios periodistas, los periodistas debemos concentrarnos más en lo que nos une y menos en lo que nos separa. ¿Qué nos une más? Nos une más la capacidad de seguir contando historias que expliquen la realidad, pero de forma segura, nos une más desterrar el ego y la arrogancia que ha marcado a muchas redacciones y a las asociaciones de periodista.
En México los periodistas tardamos mucho en ver el espejo colombiano, porque además hemos superado a Colombia en dosis de violencia. Cuando se dice que en México se ha colombianizado me parece que hemos sido muy irresponsables, porque la situación de Colombia ha sido muy diferente al contexto Mexicano. Respecto a los protocolos de protección para periodistas los reporteros en mi país hemos comprendido lentamente, a veces a cuenta gotas, que las exclusivas ya no te hacen mejor reportero, y que las exclusivas les pertenecen a las audiencias, pero que también las exclusivas pueden contarse de manera más segura cuando se comparte información.
En algunas regiones de México los periodistas salen a trabajar en convoy, justamente para protegerse de posibles agresiones, algunas redacciones han diseñado mecanismos de comunicación interna con sus reporteros o incluso con las familias de los reporteros. Tenemos una cultura que ha ido avanzando de cómo protegerse mejor de las agresiones, a saber que las agresiones no son únicamente de un grupo armado, y de determinados sectores políticos, porque ahora las agresiones o las amenazas contra los periodistas pueden venir de diferentes fuentes, tan diferentes como los propios periodistas.
Hay un fenómeno que se ha acentuado en los últimos dos o tres años en México y es el caso de periodistas que son informantes, que han sido corrompidos, desconozco si por amenazas, o bajo que otro contexto, por ejemplo en algunos Estados como Veracruz, Tamaulipas, Michoacán, Coahuila o Nuevo León han sido corrompidos por organizaciones criminales, entonces los reporteros son informantes de estas organizaciones, pero también pueden de alguna manera alertar o incluso ser voceros de estos grupos criminales a otros periodistas, para que omitan algún tipo de información que afecte los intereses de ese grupo.
Considero que el mejor protocolo tiene que surgir del propio gremio periodístico, tenemos una serie de manuales sobre la protección de periodistas que le indican técnicas para que se reporten mientras estén caminando, llevar en algunas coberturas chaleco antibalas y portar identificaciones. Se nos dice que hay que ir identificados para que en una situación de mucha tensión estén informados que hay periodistas en la zona, también ser transparentes con las fuentes y con el acceso hacia las fuentes.
La realidad es que, desde hace casi un año las agresiones contra periodistas que traen un gafete son más comunes en ciudad Juárez. En Chihuahua, México, el jefe de la policía local a través de su corporación ha intimidado, humillado y golpeado a los reporteros por el sólo hecho de tomar fotografías de los operativos que realizan, con esto quiero decir que los manuales de protección funcionaran en la medida en que los periodistas se comuniquen mejor, en la medida en que los empresarios entiendan que un periodista mejor preparado es un periodista que puede cuidarse mejor, es un periodista que domina ciertas herramientas para contar mejores historias a través de tecnologías móviles.
En el periodismo caminamos con una ética interna y uno hace o deja de hacer con esa ética de ahí que, los mejores protocolos en nuestros países para periodistas no tienen que venir del Estado, sino de los propios reporteros organizados, periodistas cuidando a periodistas.
2-Muchos de los países latinoamericanos no tienen una estructura efectiva para proteger a periodistas. Usted ha colaborado en las guías para el Ejercicio Periodístico en Situaciones de Alto riesgo ¿Cómo debe responder un periodista en un escenario donde su vida se encuentre en peligro? ¿Cómo se ejerce un periodismo de alto riesgo?
Los periodistas tenemos una responsabilidad de entender por qué se produce esa tensión. Si los periodistas sólo nos dedicamos a reproducir masivamente los números de muertos, las balas gastadas, las bajas de un bando criminal o de otro, no estaremos explicando absolutamente nada. En este tema de los conflictos relacionados con la violencia no existe una sola verdad, sino varias verdades, los periodistas tenemos también en nuestras manos la enorme responsabilidad de analizar y cambiar ese discurso que se nos ha vendido, sobre esto que han llamado “guerras”.
Creo que tenemos el deber de desvictimizar estos conflictos ¿Qué hemos hecho los periodistas en estos escenarios de riesgos? Algunos han ido a contar de manera efusiva que están en medio de las balas, que hay muchos muertos, que hay cadáveres, hay por ejemplo, un programa Radiofónico en México del señor Jacobo Zabludovsky, donde los reporteros a nivel nacional ofrecen un parte de guerra y cada que un reportero juega a dar ese parte de guerra solamente esta dándole normalidad al conflicto de la violencia, sin explicar absolutamente nada.
Por eso creo que los periodistas estamos más en riesgo cuando huimos de la capacidad para explicar lo que sucede en esos conflictos, cuando sólo nos limitamos a enunciarlos, cuando vendemos a costa del dolor ajeno.
Por supuesto hay algunas reglas básicas como ser honesto/a al momento de aproximarte a las fuentes en un momento de tensión, hay que respetar la dignidad de las personas, no ser arrogantes en un momento ríspido cuando te encuentras frente a militares que están acordonando una zona, tenemos que entender que ellos están haciendo su trabajo, que ellos también cometen errores, que hay una verdad que contar de ellos, pero también que hay una verdad de los sicarios, de los políticos que han corrompido el sistema, y alumbrar una verdad de las víctimas, por eso ejercer un periodismo de alto riesgo no sólo se limita a cuidarse de las balas, sino a cómo logro entender la realidad que me rodea, cómo logro traducirla, y contar historias que puedan mostrar ejemplos esperanzadores de gente que hace algo para modificar su entorno.
Por supuesto hay algunas reglas básicas como ser honesto/a al momento de aproximarte a las fuentes en un momento de tensión, hay que respetar la dignidad de las personas, no ser arrogantes en un momento ríspido cuando te encuentras frente a militares que están acordonando una zona, tenemos que entender que ellos están haciendo su trabajo, que ellos también cometen errores, que hay una verdad que contar de ellos, pero también que hay una verdad de los sicarios, de los políticos que han corrompido el sistema, y alumbrar una verdad de las víctimas, por eso ejercer un periodismo de alto riesgo no sólo se limita a cuidarse de las balas, sino a cómo logro entender la realidad que me rodea, cómo logro traducirla, y contar historias que puedan mostrar ejemplos esperanzadores de gente que hace algo para modificar su entorno.
Tenemos la responsabilidad en todo ese riesgo de ejercer un periodismo donde no escapemos de traducir lo que nuestros barrios nos están gritando, creo que el mayor riesgo de ejercer un periodismo en estas circunstancias en México es huir de querer traducir la realidad y sólo estarla enunciando.
3- ¿Cómo evalúa la ética periodística? ¿Podríamos hablar de una crisis en el ejercicio de la profesión?
A veces la ética es una moda, porque algunas redacciones en América Latina tienen cuadros pegados en sus oficinas relacionados con la ética, pero a veces estos cuadros sólo son adornos en las paredes, porque en realidad algunos reporteros utilizan documentos sustraídos, ocultan su identidad como periodista, inventan comillas o declaraciones, venden a costa del dolor, no confirman los datos, aceptan un regalo de fin de año de navidad de un alcalde o invaden la intimidad de las personas, olvidando que son personas, chantajean a las fuentes, profesan el cinismo y utilizan la credencial de periodista para pedir favores.
Alguno de estos pecados podrían indicar que hay una crisis, pero no se trata de estar coleccionando historias oscuras sobre lo que hacemos mal los periodistas, también existe otro tipo de periodismo, un periodismo hecho con honradez, el que tiene dignidad con las personas, aquel que llega donde una madre que acaba de perder a su hijo por un accidente y no le pregunta cómo se siente.
Creo que hay un periodismo que le recuerda a los periodistas para qué están de pie, un periodismo que mira más a los de abajo y descubre a los de arriba, porque no se trata de humanizar, sino de descubrir a las personas, ese buen periodismo confirma que se pueden seguir haciendo cosas buenas y que la crisis será en proporción a esa gran escala de valores donde los periodistas tenemos que caminar a diario, pero sobre todo, aplicarlas y que dejen de ser cuadros pegados en las redacciones que solamente adornan las paredes.
4-Lamentablemente para muchos medios no es importante que los principales protagonistas sean las personas en situación de pobreza o las víctimas de violaciones de derechos humanos ¿Es posible hacer un periodismo humano? ¿Por dónde empezar?
Hay que hacer un periodismo que traduzca los conflictos, hay que hacer un periodismo desde las personas y no desde los edificios. Estamos muy acostumbrados a tener agendas que no son ciudadanas, sino agendas dictadas por el poder y para el poder.
Recientemente ofrecía un taller para periodistas Mexicanos en los Estados de Durango, Zacatecas, Guanajuato, y del DF y nos preguntábamos ¿Cuál es la responsabilidad social del periodismo? Creo que no podemos estar metidos en un cuadro de desesperanza ante las situaciones que rodean a nuestros barrios y a nuestras comunidades, a veces nos enfocamos exclusivamente en lo que vende, pero no en los hechos paralelos que están desencadenando acciones ciudadanas para cambiar esas realidades.
Creo que la importancia que pueden o no darle algunos medios al cubrir los temas de violencia tiene que ver con un espíritu propio del reportero, cuando algunos periodistas me dicen que sus jefes los enviaron a entrevistar a una viuda en un velorio yo les digo que antes de hacer esa entrevista se pegunten si son empleados o periodistas, porque si son empleados van a cumplir con la cuota como si fueran productores masivos de salchichas, pero si son periodistas y caminan con una ética interna podrán tener el valor de cuidar la dignidad de esa persona y a partir de ahí, hacer ese periodismo humano ¿Por dónde empezar? Por uno mismo, por mirar hacia dentro y en cómo estoy haciendo las cosas.
5- ¿Cuál es el rol que desempeñan las redes sociales en el periodismo? ¿Es correcta la visión que tienen los/as periodistas sobre el uso de estas redes?
Sería un juicio de valor decir si es correcta o no la visión que tienen los periodistas, porque no la conozco, pero lo que si puedo decir es que, desde mi perspectiva las redes sociales son una gran conversación que puede ser aliada del periodismo cuando el propio periodismo le coloca los filtros necesarios, para que esos contenidos tengan octanaje periodístico.
El problema de muchos periodistas con las redes sociales es que se les olvida que uno no deja de ser periodista en Facebook o en twitter. En lo personal creo que nos dormimos y levantamos con el traje de periodista, en la medida en que las redes sociales construyan a una mejor conversación también habrá mejores ciudadanos.
No se trata de que los periodistas deben delinear o enmarcar de que manera comportarse en las redes sociales, sin embargo, considero que necesitamos un inventario de buenas prácticas que ayude a los periodistas a saber cómo moverse en estos pantanos de si twitteo mi información o la confirmo, sobre si twitteo desde mi cuenta personal o desde la cuenta del periódico, si coloco en Facebook la foto de un determinado político o de determinado narcotraficante y después la foto de mis hijos, estas cosas debemos practicarlas más a fondo los reporteros, además de tener reglas muy claras sobre esa conversación, que insisto debe tener un filtro periodístico.
6-¿Cuáles desafíos tiene la prensa de México ante la presencia del narcotráfico? ¿La autocensura?
El mayor desafío de los periodistas en estos conflictos es eliminar las etiquetas y caminar más los barrios, para traducir esas realidades. No comprar el discurso de que la guerra es responsabilidad de uno, pero tampoco huir de explicar de quienes otros es responsabilidad.
En algunas zonas de México es una forma de seguir vivo, porque no hay los suficientes respaldos empresariales o de otra índole para los periodistas, entonces a veces es mejor para algunos guardar silencio sobre lo que ocurre en sus comunidades antes de que ellos o sus familias sufran alguna agresión.
El principal desafío de los periodistas mexicanos es poder digerir la realidad, pero no sólo con forma de balas o con violines de fondo, sino con propuesta, generar una agenda de propuestas no sólo de desesperanza.
7-De acuerdo con el Comité de Protección para periodistas CPJ: el 85 por ciento de los crímenes contra periodistas queda sin castigo judicial ¿Cuáles son las transformaciones que necesita el sistema? ¿Cuál es la situación en México?
Primero, que los periodistas se unan para cuidarnos entre nosotros, que las reformas estructurales del país se lleven a cabo en materia judicial, en materia económica y tercero que en esa reestructuración no puede estar ausente la participación de los periodistas,
En México hay iniciativas de diseñar protocolos de protección para periodistas sin que se les consulte, creo que los periodistas tenemos que salir al encuentro de estas propuestas y no quedarnos en la comodidad de nuestras redacciones esperando que las noticias se construyan solas y que nuestro entorno mejore.
8-Hace unos días leía un artículo sobre la “Prehistoria de la solidaridad” donde señalaba que: "Para sobrevivir es mejor estrategia la solidaridad que la competencia" ¿Se necesita más solidaridad entre los periodistas ante la situación del periodismo en el contexto actual?
Urge una solidaridad activa, no se trata solamente de lamentar las agresiones a los periodistas. Los periodistas también suelen caer en la condenocracia y en la lamentocracia. La solidaridad activa implica que si investigo un tema puedo compartirlo con los periodistas de otra región.
El empresario tiene que tener conciencia de que un periodismo de calidad es buen negocio y que un periodista bien pagado será un periodista que contara mejores historias. La solidaridad en el contexto del periodismo en México no puede ser exclusiva de los periodistas, sino de todos los que necesitan a los periodistas, incluidos a los periodistas.
[1] Informe Reporteros Sin Fronteras: “2011, un año nefasto para la prensa” http://www.rsf-es.org/ Les recomiendo: México, el país más peligroso para los periodistas en América http://www.elmundo.es/elmundo/2012/02/07/comunicacion/1328631143.html
[2] Corte I.D.H Caso Kimel Vs. Argentina. Sentencia 2 de Mayo de 2008 Serie C No. 177, Párr. 86-88 ver en línea : http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_177_esp.pdf
[3] Portal Web Periodismo Indeleble: “Cuidan periodistas a periodistas” http://darioantonio.blogspot.com/2010/05/cuidan-periodistas-periodistas.html
La foto y el perfil del entrevistado proporcionados por: http://seminarioperiodistas.wordpress.com/participantes/dario-davila/